La satisfacción se manifiesta cuando logras que tu cliente o público perciba de ti el mensaje que estás enviando. ¿Das una imagen bonita? ¿Espectacular? ¿Abstracta que le deje un poco intrigado? ¿Agresiva?
Lo cierto es que tener una buena imagen corporativa es vital para tu empresa, es algo que debe incluir parte de la esencia de quién eres y qué quieres ofrecer a tu cliente.
Hay momentos en los que, por las prisas y la apertura inminente de tu negocio, no le das tanta importancia y puede que te conformes con cualquier diseño de logo y cualquier atuendo para tus empleados e incluso no le das importancia a la uniformidad de la papelería con el cartel, el merchandising, etc., pero al pasar un tiempo, aunque sabes que no es lo que exactamente quieres, piensas que lo más importante es solo el servicio o el producto que des.
Pero déjame decirte que una mala imagen impacta directamente en tu ingreso. Y créeme, si a ti no te gusta tu imagen corporativa es porque algo está fallando.
¿Cuántas veces has querido entrar en una tienda solo porque te parece más llamativa? Lo mismo pasa en todos los sectores.
La experta en orden Kon Mari dice que, si algo no te hace feliz, debes deshacerte de eso. Observa tu actual imagen corporativa y si no te hace feliz… ¡tírala a la basura!
Por eso te invito a que sigas leyendo y tengas algunos trucos de cómo hacerla.